07 septiembre, 2016

Mátame

Tú, malviviendo.
Yo, en un sinvivir.
A veces nos encontrábamos
en medio de esa nada absurda
que deja el sabor de la derrota.
Y tú pedías abrigo a mi parte iceberg,
mientras yo huía con mi parte caliente.
Míranos ahora, enganchados, como
dos drogadictos que deciden pincharse
con la misma jeringuilla. Nada puede parar
el movimiento de la Tierra, amor. Y ahora,
follar contigo es retar a la muerte, ganar 
y que me dé igual morirme. Mátame.

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