¿Huimos?

Saber que eres mío.

Saber que soy tuya.

Saber que somos nuestros

y la certeza de que siempre

lo fuimos. A pesar del tiempo.

A pesar de la distancia. 

A pesar de nuestras lamidas 

a otros corazones.

Porque, cariño mío, 

llevamos toda la vida huyendo. 

Ahora, agarra mi mano, 

déjate llevar por el viento. 

¿Ves como sí existía el destino?

Estábamos mirando de reojo el universo.

Ahora me ves, te veo y miramos lejos. 

¿Huimos? Pero eso sí, juntos.

Mátame

Tú, malviviendo.

Yo, en un sinvivir.

A veces nos encontrábamos

en medio de esa nada absurda

que deja el sabor de la derrota.

Y tú pedías abrigo a mi parte iceberg,

mientras yo huía con mi parte caliente.

Míranos ahora, enganchados, como

dos drogadictos que deciden pincharse

con la misma jeringuilla. Nada puede parar

el movimiento de la Tierra, amor. Y ahora,

follar contigo es retar a la muerte, ganar 

y que me dé igual morirme. Mátame.